Lo salvaje
He vuelto a lo salvaje, a dejar que el corazón se interne hasta el fondo del bosque. Sin restricciones, sin miedos, sin ti. He vuelto a la intemperie, a dejar que las estrellas inunden mis pupilas y que los espíritus del viento me hagan bailar entre robles. El miedo, por mucho que sea parte de nuestros instintos de supervivencia no tiene espacio en mi tienda, ya no más, está llena. Me recuesto sobre tus "te quiero"s y mi almohada son los restos de tus besos en mi cuello, me cobijo con los abrazos que nunca nos dimos y con mi aliento enciendo la última ramita que dejaste en la fogata y mientras el calor crece se desvanecen las marcas de tus manos frías en mi espalda. He vuelto, si, he vuelto a volcarme en los recuerdos y ¿sabes algo?, ya no queman, ya no pinchan, ya no duelen.
He vuelto a creer que Sole y yo no estamos hechos para un "siempre". Pero ha dejado para nosotros un camino de migas para cuando querramos volver sobre nuestros pasos hacia las cosas que nunca te dije, hacia lo imposible, lo salvaje y ¿ves eso?, tras la montaña, ahí está nuestro "siempre".
Tras lo salvaje.
He vuelto a creer que Sole y yo no estamos hechos para un "siempre". Pero ha dejado para nosotros un camino de migas para cuando querramos volver sobre nuestros pasos hacia las cosas que nunca te dije, hacia lo imposible, lo salvaje y ¿ves eso?, tras la montaña, ahí está nuestro "siempre".
Tras lo salvaje.
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